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Golpe a golpe, verso a verso
Rumiaciones de una docente, a veces en bici, a veces en subte
Estoy re quemada a esta altura. Hoy me desperté habiendo soñado con archivos compartidos de algo. Parece un verso de Soda Stereo pero no, es mi mente febril. No se puede vivir así, honestamente lo digo. No debería quejarme porque estoy aferrada al feriado de Güemes, y muy pronto pasaré a la liana de Belgrano. Después, transcurrir 3 (tres) semanas 3 (tres)
¡¡¡¡¡¡¡¡TRES SEMANAS!!!!!!!!
para que llegue esa delicia llamada Vacaciones de invierno, o receso, o como les plazca, pero a mi me place más que a todes.
No lo ocultemos más, desde febrero que reiniciamos la tarea y estamos mirando el feriado de Carnaval, y después el 24 de marzo, y Semana Santa, etcétera.
Yo, de feriado en feriado
En este mes y medio que no charlamos estuve tratando de juntar pildoritas, pastillitas para contar, bellas postales de esta noble profesión. Pero a esta altura no me acuerdo de nada y solo puedo comenzar con el remanido “Estoy muy cansada”. Frase que se repite ad infinitum ad nauseam en cualquier recodo del establecimiento. ¿Sabían que Ad infinitum es también un videojuego creado en 2023? Se los comento porque puede ser algo que absorba a nuestros niñatos mientras nosotros estamos en el frente extenuándonos al pedum, si se me permite el latinazgo.
Parece que está ambientado en la Primera Guerra, una nueva y simpática violencia
Hablando de latinazgos, ad nauseam es particularmente hermoso, porque repetir algo hasta la náusea puede llevar a niveles insospechados de catástrofe, quién dice náusea dice vómito. Entonces, docentes que en los pasillos o en sala de profes vomitan su nivel de cansancio a esta altura del año realmente me interpela.
Agradezcan, ésta es la imagen más armoniosa que encontré, conste que vomita corazones
Y ya que estamos con los latines, miren esta nota hermosa que encontré: “Protocolo esnob: 50 expresiones en latín para parecer listo”. Es otro servicio que les presto desde este humilde púlpito. Lo dejo a vuestro criterio si mi uso del latín es porque soy de lengua o soy esnob, o ambas cosas.
Bueno, como que arranqué muy flashera con profes vomitando en los pasillos, me gana, me gana la ficción. Estoy en una etapa de evasión permanente, o de lectura más allá. Y si se trata de más allá, se trata de distancia, y es francamente insalvable la que puede apreciarse entre las capacitaciones recibidas y lo que en concreto logramos realizar en el aula.
Ya he comentado ad nauseam (ah reeeee, la tipa ya no puede dejar su muletilla) cómo me gustan las capacitaciones de lengua, donde, entre otra gente agradable, está mi amiga Celia. La que tuvimos en abril resultó muy entretenida, sobre poesía, género que termina siendo algo muy inasible cuando dejás de dar versificación, rima asonante y consonante y todos esos ropajes que tenían las clases de poesía años ha. Sacás el miriñaque, sacás el corset, ¿qué te queda de ese ampuloso vestido de dama antigua? Apenas un deshilachado camisón.
Clases antiguas de poesía, con versificación y rima Clases actuales de poesía
Voy a hacer un alto acá, por si se olvidaron lo que era versificación. Cuando contábamos los versos y hacíamos una especie de separación en sílabas. Aquí va un ejemplo:
Un-ci-da- por- la- o-la- que- con-vier-te
la- man-se-dum-bre en- cam-po- de- ba-ta-lla
Bueno, esto no se da más,
o casi no se da,
o yo no lo doy más (fíjense que riman mis argumentos).
Y si yo no lo doy más, es porque ha caído en desgracia, porque soy una hoja en el viento de la moda educativa.
Yo siguiendo el currículum de turno
Decía entonces que entonar versos en clase a veces se pone complicado, cuando dejamos las rígidas estructuras y proponemos el camino de la múltiple interpretación.
Ahí es donde la capacitación llega al rescate, porque nos proyectaron una poesía que todos leímos, y después había un muro virtual donde postear una imagen que nos hubiera sugerido lo leído, con algún agregado escrito si queríamos, y las nuevas tecnologías nos sostenían como antes se habían sostenido centenares de docentes de lengua sobre los andamios del hiato y la sinalefa, la rima ABAB o ABBA. Y acá, perdón la digresión, pero no podían faltar…
Después tuvimos que armar, en grupo, una antología de poemas, pegando papelitos sobre papel afiche y armando nuestros propios libritos. Todo muy feliz.
Esto hicimos los hacendosos profes en la capacitación
Yo me imaginaba toda esa felicidad trasladada al aula. Hay momentos en que tengo pensamiento mágico y tiendo a creer que las cosas pueden ser maravillosas porque sí.
Muchas semanas de cansancio después llego al comercial nocturno, son las 21.10 y yo arranco con mi mural virtual sintiéndome inexpugnable. Ningún educando díscolo arruinará este momento de conexión con el arte sublime de la poesía.
Vamos con el poema Sin llaves y a oscuras, de Fabián Casas, que, a partir de la acción pedestre de sacar la basura, se interna en la trivial preocupación humana acerca de la muerte. Sí, ya sé, ¡qué lindo tema para charlar con adolescentes a las 9 de la noche! Bueno, soy así, y díganme, después del amor y la muerte ¿qué otros temas le interesan al ser humano?… cricricri ajajá, así los quería agarrar, no hay nada más.
La cuestión es que los seis o siete alumnos que tenía esa noche (la nocturna no es una escuela pletórica de alumnado) me miraban y no atinaban a postear nada, mi muro seguía absolutamente vacío y yo me preguntaba cuál era el problema. “Vamos, manden algo” arengué, ya empezando a ponerme belicosa. A esa altura de la jornada no me pidan mucho. “Pero no entendemos, ¿qué tenemos que mandar?”
Todo se pone tan chicloso que no se puede aguantar. “Profe, no tengo batería” musitan algunos que dos minutos antes estaban a los gritos jugando FreefireAdinfinitumMinecraftCandiCrushFornite y siguen las firmas. Y no se les mueve un músculo cuando me dicen eso, esculpida la tienen la cara… Por fin uno empatiza con esa pobre mujer que gesticula en el frente y me manda la imagen de un tipo sacando la basura, bueh, al menos le pone cierta onda.
Hacia el final, el poema dice lo siguiente:
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podría ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con la llave adentro
la basura en la mano.
Y una alumna me dicea “Profe, lo único que puedo poner es que es un boludo ¿cómo va a sacar la basura y no va a llevar la llave? yo siempre llevo la llave, ¡no te puede pasar eso!” Noche Muy Difícil.
Lo primero que se me ocurre es contarle cómo hago yo para sacar la basura, y me pongo a hacer la mímica de mí, con una pierna para frenar la puerta, y la otra extendida, mientras apoyo la bolsa de basura enfrente de la puerta del ascensor, y aclaro “Yo vivo en departamento, así que me puede pasar algo así, viene una corriente de aire y te cierra la puerta en la cara”. La chica me dice “Ah no, yo vivo en una casa, así que tengo que llevar la basura a la esquina, y corte que llevo la llave encima”. La charla va versando sobre cómo cada uno saca la basura y obviamente que la clase de género lírico se fue al carajo. Hasta que digo, “Basta Vicky, la idea del poema no es ver cómo sacamos la basura, la idea es que te está queriendo decir otra cosa, la idea es lo repentina que puede ser la muerte”.¡CHAN!
¿Creen que ella mosqueó? Siguió lo más tranquila poniéndose rimmel y, muy en el fondo, admito que no le falta razón. Diecisiete años. ¿Qué sentido tiene toda mi cháchara fúnebre? Me quedo un poco mustia ahí en el frente y me rescata Iván, mi lucecita del aula. Es mi alumno vintage, fanático de Serú Giran que un día, orgulloso, me mostró Peperina en disco de vinilo, se lo acababa de comprar.
El disco de Iván
Iván, blandiendo sensibilidad, le explica a Vicky, sin ninguna pedantería “Lo de la basura podría ser una metáfora de las preocupaciones que vamos cargando en la vida”. Así, perfecto, increíble, y yo ni había dicho la palabra metáfora. De a poco el muro se empezó a llenar de imágenes. Miren si no me creen…
Al final el muro quedó bastante bueno
Otro momento agridulce fue cuando expliqué así muy por arriba (qué mal, pensarán algunos, cómo está la educación. No me psicopateen, prometo profundizar) el modo subjuntivo. ¿Se acuerdan Modo Imperativo, Modo Indicativo, Modo Subjuntivo? Esta entrega estoy insoportablmente lenguaraz. Para transparentar más esto de que el Modo Subjuntivo es el Modo del deseo, les dije “A ver, deséenme algo, puede ser bueno, puede ser una maldición también”.
Ingenua de mí, pensaba en ese poema de Girondo: que los ruidos te perforen los dientes / que te crezca, en cada uno de los poros, una pata de araña/ que al salir a la calle, hasta los faroles te corran a patadas etc, etc, pequeñas y simpáticas maldades.
Y entonces el chico, calmo, me dijo “Que te mueras”.
Impertérrita yo, cara de póquer total, mientras algo muy remoto, adentro, hacía un clic, escribí en el pizarrón:
“Que te mueras” Modo subjuntivo (en el plano de la posibilidad)
“Te mueres” Modo Indicativo (en el plano de la realidad)
Seguí hablando de verbos un rato más, sonó la campana y me fui. Me quedé barruntando esa escena, pero no mencioné nada al respecto en las siguientes clases.
Un poco así me quedé esos días
A la semana siguiente me cruzo al alumno en cuestión por el pasillo, se me acerca y me dice “Profe, no era verdad lo de la otra vez, era una boludez nada más, lo de que se muera” “Ah, ¿te quedaste preocupado? Si me pasaba algo, ¿qué hacías?” nos sonreímos los dos, y ahí quedó la cosa.
Desde esa vez, me entrega todos los trabajos, y no mira más el celular en clase.
Yo ya me había olvidado del nombre, nunca tan acertado como en esta ocasión, Aula dulce, aula salá. Un poco como que se pasó de sal el pibe, pero, volviendo al título de esta columna:
No quiero cancherear pero, qué buen título
Y para levantar un poco, les dejo la música que me quedó resonando desde que arranqué el newsletter